Al realizar estar práctica, me he dado cuenta de la gran cantidad de recursos con los que cuenta todo docente, algo que aún no me había planteado, ya que por suerte en este país contamos en las aulas con ellos, sin darnos ni cuenta. Pues, podemos encontrar desde una simple tiza, hasta un libro o una silla, instrumentos que nos parecen básicos, pero que no son tan sencillos de conseguir en otros lugares del mundo, algo que no debería ser así, ya que la educación es un derecho primordial, y por tanto debe ser cubierto como merece.
Sin embargo, debo decir que en nuestro país, y comunidad, cada día hay mayores avances en lo que respecta a recursos, dado que vamos integrando cada vez más las nuevas tecnologías en los centros. Esta novedad debo señalar que no complace a todos los educadores, especialmente a los de mayor edad, "maestros de la antigua escuela", que aún siguen la metodología tradicional, por la que el proceso de enseñanza-aprendizaje recae sobre ellos, adquiriendo los alumnos un papel pasivo.
Ahora bien, son cada vez más los maestros que innovan, buscando lo mejor para los niños, siguiendo una metodología constructivista, por la que los alumnos son parte esencial en la dinámica de aula, puesto que ya no son meros receptores pasivos, sino que tienen el poder de participar e interactuar en tal clase. Y pienso que es con esta metodología, cuando se puede integrar la tecnología, ya que ésta implica una participación conjunta de educador y educando.
Y es que no podemos quedarnos atrasados, sino que debemos seguir el acelerado ritmo al que avanza la sociedad, por lo que debemos ir acostumbrándonos cada día más a la incorporación de recursos como: ordenadores, o pizarras digitales, que con la metodología adecuada, pueden ser de gran ayuda en el día a día del aula, pues de partida nos proporcionan un aspecto primordial para conseguir aprendizajes significativos, nos garantizan la motivación de los niños.
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